Faraday y Henry, descubrieron que se podía generar corriente eléctrica en un alambre con el simple movimiento de meter y sacar un imán de una bobina. No se requería batería ni fuente de voltaje alguna: bastaba el movimiento del imán en la bobina o en una sola espira del alambre. Así que descubrieron que el movimiento relativo de un alambre y un campo magnético inducían un voltaje.
La producción de voltaje, solo depende del movimiento relativo del conductor y el campo magnético. El voltaje se induce ya sea que el campo magnético o imán se muevan respecto a un conductor en reposo o que el conductor se mueva respecto a un conductor en reposo o que el conductor se mueva respecto a un campo magnético en reposo. El resultado es el mismo ya sea que se mueva el conductor, el imán o ambos.
La magnitud del voltaje inducido depende del ritmo al que el alambre corte las líneas de campo magnético. Si el movimiento es muy lento apenas se produce voltaje. Si el movimiento es rápido, el voltaje inducido es mayor.
Cuando mayor sea el flujo de espiras que se desplazan en un campo magnético, mayores serán el voltaje inducido y la corriente que fluye por el alambre. Si se duplica el número de espiras de la bobina en la que se introduce el imán, también se duplica el voltaje inducido; si el número de espiras se multiplica por diez, el voltaje inducido es diez veces mayor, y así sucesivamente.
Puede parecer que con sólo aumentar el número de espiras se puede obtener algo (energía) a cambio de nada, pero no es así. Si la bobina tiene un número mayor de espiras es más difícil introducir el imán. Viéndolo de ese modo: cada espira adicional representa un electroimán adicional que se opone al movimiento del imán. Hay una fuerza de repulsión entre el imán y el electroimán inducido. Para que el voltaje sea mayor es preciso realizar más trabajo.
No importa que se mueva: si el imán o bobina. Es el movimiento relativo de la bobina y el campo magnético que produce el voltaje inducido. El fenómeno que consiste en inducir voltaje alterando el campo magnético que rodea a un conductor se conoce como inducción electromagnética
La producción de voltaje, solo depende del movimiento relativo del conductor y el campo magnético. El voltaje se induce ya sea que el campo magnético o imán se muevan respecto a un conductor en reposo o que el conductor se mueva respecto a un conductor en reposo o que el conductor se mueva respecto a un campo magnético en reposo. El resultado es el mismo ya sea que se mueva el conductor, el imán o ambos.
La magnitud del voltaje inducido depende del ritmo al que el alambre corte las líneas de campo magnético. Si el movimiento es muy lento apenas se produce voltaje. Si el movimiento es rápido, el voltaje inducido es mayor.
Cuando mayor sea el flujo de espiras que se desplazan en un campo magnético, mayores serán el voltaje inducido y la corriente que fluye por el alambre. Si se duplica el número de espiras de la bobina en la que se introduce el imán, también se duplica el voltaje inducido; si el número de espiras se multiplica por diez, el voltaje inducido es diez veces mayor, y así sucesivamente.
Puede parecer que con sólo aumentar el número de espiras se puede obtener algo (energía) a cambio de nada, pero no es así. Si la bobina tiene un número mayor de espiras es más difícil introducir el imán. Viéndolo de ese modo: cada espira adicional representa un electroimán adicional que se opone al movimiento del imán. Hay una fuerza de repulsión entre el imán y el electroimán inducido. Para que el voltaje sea mayor es preciso realizar más trabajo.
No importa que se mueva: si el imán o bobina. Es el movimiento relativo de la bobina y el campo magnético que produce el voltaje inducido. El fenómeno que consiste en inducir voltaje alterando el campo magnético que rodea a un conductor se conoce como inducción electromagnética
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