viernes, 30 de abril de 2010

CONSTANTE DE PLANCK

La constante de Planck, simbolizada con la letra h, es una constante física que representa la cantidad mínima de energía que es posible convertir en luz de frecuencia f. La luz no es emitida como un continuo, sino como una corriente de fotones cada uno de los cuales tienen una energía hf. Resulta de dividir la energía E de un fotón entre su frecuencia f.
Desempeña un papel central en la teoría de la mecánica cuántica y recibe su nombre de su descubridor Max Planck , uno de los padres de dicha teoría.
La constante de Planck relaciona la energía E de los fotones con la frecuencia ν de la onda lumínica la fórmula:
E=hv

“Primer experimento con el que se midió constante de Planck”
En los años noventa del siglo pasado se plantó el problema de cómo los cuerpos calientes irradian energía. La teoría y la experimentación concordaban cuando se trataba de longitudes de ondas mayores, pero los cálculos eran erróneos con las ondas cortas.
Max Planck se enfrascó con el problema hasta hallar una solución que publicó en 1900. Podía hacer que los cálculos teóricos coincidieran con las pruebas empíricas siempre que se emitieran la luz en breves destellos, o cuantos. Sin embargo, Albert Eintein mientras examinaba las teorías de Max Planck sobre la energía radiante, realizó una ampliación del trabajo de Planck, Einstein propuso que la luz estaba formada por partículas (ahora llamadas fotones) antes que por ondas. Esto, dijo, explicaría limpiamente el efecto fotoeléctrico. Cada fotón contenía una cierta cantidad de energía; los fotones de frecuencias más altas contenían más que los de frecuencias más bajas. Los electrones individuales en las placas de metal absorberían la energía de los fotones individuales. Si esa energía era lo suficientemente alta, el electrón podía volar libre de la placa. Además, puesto que la luz brillante contiene más fotones que la luz débil, debería liberar más electrones. En cualquier frecuencia dada, cuanto más brillante la luz, más denso el enjambre de fotones y mayor el número de electrones liberados. Se resume en una de las dos célebre y engañosamente simples ecuaciones de la ciencia del siglo XX:

E = hv

(Donde E es la energía que contiene una de esas emisiones de luz, y v, la letra griega un, representa la frecuencia de la luz. Se enlazan mediante la h que es la «constante de Planck».)
Einstein reflexionó que la imagen ondulatoria de la luz exige que la energía de la radiación esté distribuida sobre una superficie esférica cuyo centro es la fuente luminosa; como la superficie de la onda aumenta en la misma medida que se aleja de la fuente, la energía de radiación se distribuye sobre superficies crecientes, y será cada vez más diluida. Si realmente fuera así, sería inexplicable que la distancia entre el metal y la fuente luminosa no intervenga en la energía cinética de los electrones expulsados, y que ésta dependa del color (frecuencia) de la luz. Guiado por esto, Einstein admite que la luz posee estructura granular, y se propaga en cuantos luminosos o fotones. En consecuencia, la energía cinética del electrón expulsado, ½ mv², debe ser igual a la energía del cuanto expulsador, hu, menos la fracción de la energía e empleada para arrancar el electrón del seno de la materia. Tal es el contenido de la ecuación einsteiniana ½ mv² = h u - e, clave para la interpretación de una larga serie de efectos foto eléctricos.
"VALOR DE LA CONSTANTE DE PLANCK"
h=6.64x10^-34
h barra= 1.5x10^34 (h/2pi)

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